viernes, 2 de octubre de 2015

CÓMO SER POLÍTICO Y VIVIR DEL CUENTO

Buen día, gente:
Con una sola noche de lluvias vuelve el espléndido sol y con él vuelven los escándalos económicos y políticos como si viviéramos en el País de las Maravillas con una Alicia de abonos diferidos y recortes directos.
Tontería que escribo en el primer párrafo de esta opinión y que de seguro dirán que es ridícula, pero no me importa tal como están las cosas en el panorama del país.
Para ser político en éste país –basta apuntarse a una lista- y vivir del cuento, sin preocuparse de hacer política, es muy sencillo y engrosa, enormemente, la bolsa de uno cuando el dinero suena.
Llevamos una larga tanda de escándalos financieros protagonizados por gente que de una manera u otra han creído alcanzar el cielo.
Un ejemplo muy claro es el de Rodrigo Rato Figaredo –no le intercalo la ‘y’ entre los apellidos porque eso es mucha vanidad- que, después de estar en la cúspide de muchas instituciones, cae por su propio peso pero amortiguado claramente por las patrañas judiciales.
El compadre del que fue el mejor peor bandolero madrileño, Luis Candelas, va y viene a su antojo mientras sus peones se pudren en calabozos lo que configura que Rodrigo Rato Figueredo es un producto de la marca España, que traduzco en el idioma de Ana Botella: Made in Spaín by PP.
Parece que seguimos viviendo en el país de las maravillas nefastas. Lo de Rodrigo Rato Figueredo, y otros de su misma calaña, son pequeñas tonterías que no “suponen delito”… cuando lo cometan el delito de verdad, como es el de robar un pan en el supermercado, convertirse en ‘sinpa’ después de unos cuantos cubatas, robar el bolso a una señora y dejarla con un palmo de narices… lo veremos en la cárcel gracias a esta Justicia ‘tuerta’ que castiga a los necesitados y bendice a los acaparadores.
Otra cosa es ser político que no siga siendo esclavo del mandamás. A este tipo de político lo echan a las fieras al instante y de nada vale que el propio presidente del gobierno español ponga excusas de que no tiene nada que ver con las inculpaciones… si tienen hasta Ministro de Justicia, que al fin y al cabo es el jefe de todos los jueces y fiscales, ¿o no?
Otro tema.
Como ya entramos en la fase en que nuestros hijos comienzan a rodar por las escuelas, institutos y universidades, conviene notar que la política se inmiscuye fuertemente en el desarrollo de la educación, como lo demuestra la postura de Cristina Cifuentes Cuencas contra la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena Castrillo.
Un duelo entre estas dos madrileñas a cuenta de la Escuela de Tauromaquia de Madrid que lleva visos estrambóticos y que lo transforma en una continua lucha del PP por restar valores a los demás partidos políticos y a sus representantes.
¿Qué el ayuntamiento retira la subvención a dicha escuela?, eso es asunto de la administración local y muy bien puede la presidenta de la Comunidad subvencionarla por su parte. Lo que son las cosas, los del PP hacen recortes en Educación, quitan cientos de miles de becas, cierran comedores escolares, suben tasas universitarias a precios altísimos… ¡y se queja de Carmena! ¡Menuda caradura tiene la presidenta de la Comunidad!
El Ayuntamiento madrileño no cierra la mencionada escuela, solo le quita la subvención y lo único que se le ocurre decir a Cristina Cifuentes es: “No voy a permitir que cierren la Escuela de Tauromaquia de Madrid”… estrambótico de veras porque añade culpando a Carmena “…que ha creado un conflicto donde no lo había y romper un consenso político y social…”. ¿De qué consenso habla?, si hasta ahora, que yo sepa, los peperos han venido usando el rodillo sin consenso alguno.

Mira Cristina Cifuentes Cuencas, el conflicto viene desde lejos, remachado por el toro de la Vega, y Manuela Carmena Castrillo se limita a cumplir su programa.
En fin, la vida sigue y yo también, esperando que sienten la cabeza de una vez.


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