Las Notas del Quim - Opinión
Quim Sarria Lara
Buen día, gente.
Anoche seguí con atención los debates que desarrolla la
Sexta, en su programa “La Sexta Noche” que presentan Iñaki López Roldán (Portugalete, 1973) y Andrea
Ropero (Binaced, 1984), y como en anteriores ocasiones me cabreé bastante por cómo se
desarrollaron.
En primer lugar veo que siempre están los dos más miserables
periodistas que conozco: el de “La Razón”, Francisco
Marhuenda García (Barcelona, 1961), y el de “OK Diario”, Eduardo Inda Arriaga (Pamplona, 1967).
Esta vez acompañados por una señora gruesa, que supongo es periodista y cuyo
nombre no cito porque realmente me da verdadero asco.
Mientras la derecha está representada en el programa, casi
siempre, por los mismos, la izquierda va cambiando de tertulianos.
Como no podía ser de otra manera, la política de los
llamados periodistas de derechas es la misma que los políticos del mismo lado: interrumpir
frecuentemente los argumentos del resto de participantes en los debates o
respondiendo otras cosas como si no hubieran oído lo que se habla en esos
momentos.
Los temas, en los que verdaderamente yo estaba más
interesado, las tasas por recuperar familiares dentro de la Memoria Histórica, la
financiación del PP, el homenaje al concejal del PP asesinado por ETA, los
parados y la creación de empleo, las pensiones y su poder adquisitivo
resultaron ser banales y que no sirvieron absolutamente para nada ante las
desvergonzadas respuestas de los tertulianos de derechas arriba mencionados.
El siguiente debate, que trataba sobre el machismo en las
fiestas de San Fermín no pienso opinar porque veo incongruencias en muchas
declaraciones y posturas.
En el debate correspondiente al homenaje al concejal
asesinado por ETA hubo un gesto por parte de Eduardo Inda Arriaga que estaba fuera de lugar. Se presentó con una
pancarta con el rostro del concejal asesinado mientras insultaba a Manuela Carmena Castrillo (Madrid,
1944) tachándola de miserable cuando el auténtico y único miserable es el
propio Inda, eterno enemigo de Podemos, y que demostró en el programa que sigue
usando a la víctima del terrorismo políticamente.
Tanto Eduardo Inda
Arriaga como Francisco Marhuenda
García y la gruesa señora periodista interrumpían continuamente los
argumentos de los restantes participantes saltando de tema y metiendo al PSOE o
a Podemos en casi todos los debates cuando no venían a cuenta sobre el tema que
debatían.
Lo que de verdad me da vergüenza ajena es la postura, a lo largo
de toda la noche, de esa señora gruesa que no sé qué méritos tiene para estar en
el programa.
No paró de reírse sobre temas serios, no paró de interrumpir
a los demás de la bancada opuesta, argumentó cosas que no tenían nada que ver
con lo que se debatía, soltó una retahíla de mentiras y excusas, tanto o más
que Eduardo Inda Arriaga o Francisco Marhuenda García, que no
encajaban para nada en los momentos claves del debate.
La actuación de Francisco
Marhuenda García ya es sobradamente conocida por todos, cuando carece de
argumentos que rebatan los de la izquierda, suele cambiar de tema o sacar a
relucir a los socialistas cuando no corresponde. En vez de dar respuesta
adecuada, se dedica a criticar actuaciones, que no entran de ninguna manera en
el debate, es así porque así es tal como le han enseñado los peperos.
En cuanto a la actuación de Eduardo Inda Arriaga, solo puedo calificarla como la de un cerdo inepto
por cuanto no entra en el debate más que para insultar, y gravemente, a quienes
no están presentes. Es su propia cínica idiosincrasia de ser despreciable, repelente
y miserable, no sé por qué motivos lo hace así siempre. Tal vez porque está
bien pagado por la derecha, lo mismo que el otro.
Lamentablemente, seguimos asistiendo a la eterna
discriminación de las dos Españas y a una auténtica masacre de la democracia
por parte de quienes siguen siendo fascistas que no toleran la verdad ni con
argumentos contundentes.
En fin, la vida sigue y yo también, ya sin ninguna esperanza
de que estas dos Españas se reconcilien y que siga pagando el pato los
ciudadanos del país.
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