lunes, 24 de octubre de 2016

LA TRAICIÓN DE FELIPE

Las Notas del Quim - Opinión

(Publicado en el Pueblo de Ceuta)

Buen día, gente:
Acabamos el fin de semana con tiempo cambiante y algo fresquito por estas latitudes pero con la “no sorpresa” de la cagada socialista sobre su historia, sus supuestos ideales y sus militantes.
Mariano Rajoy Brey debe estar dando saltitos en su sala de descanso junto a su querida y tal vez brindando con un cava traído a espaldas de Carles Puigdemont Casamajó, no sea que avive la llama de la independencia y que sus acólitos lo llamen traidor por comprar cosas catalanas.
Traición que ha culminado el en otros tiempos llamado Isidoro y que ahora es un estómago sumamente agradecido a las puertas giratorias. Como habrán adivinado, me refiero a Felipe González Márquez.
No es la primera vez que Felipe González Márquez hace esta jugada, ya lo hizo con Josep Borrell Fontelles para encajar a su amigo del alma, el vasco José Joaquín Almunia Amann que fracasó (125 diputados) en su intento de ganar las elecciones y dando la mayoría absoluta al PP.
Denomino traición al golpe de partido que hicieron los barones junto a Felipe González Márquez y otros contra Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que fue elegido Secretario General el 13 de julio de 2015 por el voto directo de los militantes socialistas, tras haberle sometido a diversas directrices impositivas desde el fracaso en las elecciones de diciembre del mismo año.
Desde que el día del XXV aniversario del primer golpe de Estado en la incipiente democracia, 23 de febrero, le obligaron a pactar con Ciudadanos, conociendo que a Podemos le sería imposible participar con lo que le hicieron un favor a Mariano Rajoy Brey y encima cargaron contra el partido morado, echándole el sambenito de que votaron junto al PP contra los socialistas…, Pedro Sánchez Pérez-Castejón ha estado luchando por coherencia contra esa horda de pseudo-socialistas de barriga agradecida, sobre todo contra Susana Díaz Pacheco, quién no tuvo más remedio que quitarse la careta y mostrar su verdadero yo. Como la mayoría de los barones.
Mariano Rajoy Brey tiene el camino hacia la presidencia del Gobierno expedito en cuanto muestren su abstención los socialistas, en la segunda votación creo, pero si yo fuera él, escogería no aceptar la investidura que otorgue el rey y convocar nuevas elecciones.
Así el PP putearía a los socialistas, que cargarán contra Podemos como si lo viera, y quedarían encriptados, los socialistas, en el marco del bochorno ridículamente escandaloso por esa tremenda bajada de pantalones que queda magnificado en una escena de tiempos pretéritos: la traición de Marco Junio Bruto Cepión contra Cayo Julio César, asesinándolo encima.
No soy ningún adivino, ni mucho menos un fantoche con batas brillantes y llamativas y colocándome las gafas al revés, pero no me es difícil adivinar el enorme batacazo que se llevará el PSOE si se convocan nuevas elecciones en diciembre. Se lo tendrá merecido.
No quiero creer que el PSOE esté muerto, aunque sí está enfermo de un mal llamado ‘rancia caciquetitis’ que le resultará difícil superar. Ha perdido su identidad, aunque hace ya tiempo, y no representa a sus votantes, la mayoría querían el no es no, por lo que si Pablo Iglesias Posse, su fundador, levantara la cabeza se iría horrorizado a jugar al julepe con Francisco Franco Bahamonde como un mal menor.
Supongo que ahora se abre una nueva etapa para cuando se celebre el Congreso de los socialistas y aparezcan aspirantes a liderarlo, entre ellos Josep Borrell Fontelles y Pedro Sánchez Pérez-Castejón, porque de seguir así, con esa Comisión Gestora de gente pelotera del PP, de seguro que desaparecerá como segunda fuerza política del país.

En fin, la vida sigue y yo también, harto de ver que estamos en un país de locos disfrazados a los que no les hace falta que se quiten las caretas porque estas son tan transparentes que…




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