domingo, 23 de junio de 2013

AMBIGÜEDADES

Sigue haciendo calor, al menos aquí, aunque el cielo esté encapotado por negras nubes que sueltan gotitas a las que se le quieren dar el nombre de lluvia. No lo es.
Escribiendo de las ambigüedades del tiempo, por estas fechas, entra en la paliza informativa las ambigüedades que surgen en la campaña del PP.
Ante los ciudadanos dispuestos a votar, el PP modera su discurso sobre la inmersión lingüísitca con una mesura de las promesas y huyendo de la polémica, que les desbastaría bastante la aspiración de obtener miles y miles de votos.
Estoy muy seguro que de todo lo que dicen o prometen los peperos, en esta campaña para las elecciones generales del 20-N, sólo quedará patentizado el 15%. El resto es telón de fondo para engatusar al electorado.
Ya es una costumbre, reiterada en todas las campañas electorales, que el PP se coloque el disfraz de inocente cordero sobre la piel de lobo feroz.
Me pregunto: Si ganan… ¿nos darán o no con vaselina? Como hablan ahora con suavidad.
Los políticos corruptos no serán apartados; seguirán dominando los mismos bancos con “sus mercados”; seguirá el paro, incrementado con funcionarios dados de baja; seguirán recortando servicios y entregándolos al sector privado; seguirán desmantelándolo todo para entregarlo al gran capital; seguirán los pasos de Grecia pero sin convocar referéndum…
Votad, votad, hijos míos, luego nos arrepentiremos lamentándonos y perderemos el tiempo. Al tiempo.
La subida del paro muestra la verdadera actualización de los políticos de derechas, especialmente en Andalucía, Baleares, Catalunya, Madrid… todas gobernadas por la derecha, a excepción de Andalucía. Aunque se podría afirmar que los actuales socialistas son también de derechas.
No es de extrañar este aumento si muchos funcionarios (docentes, funcionarios administrativos y los del sector de sanidad) se encuentran en la calle. No contamos a los que se quedan más parados que el tranvía que adorna la plaza de Granollers, los establecimientos del ramo de hostelería sólo los utilizan en verano.
Lo malo de estos recuentos es que muchos parados están trabajando (como autónomos o en empresas fantasmas) y sin embargo no son tachados de las listas. Debería haber un mayor control, como el que hacen cuando recuentan votos.
También deberíamos afirmar el porcentaje de trabajadores inmigrantes en situación de desempleo. A éstos, con perdón, se les debería decir, amablemente eso sí, que regresen a sus países.
Los inmigrantes tienen que exigir, en sus propios países, lo mismo que tratan de exigir aquí, que hemos llegado al límite crítico de tolerancia.
Es demasiado fácil culpar a los socialistas de ésta situación.
Tan fácil como provocar la dimisión de Papandreu. Todo aquel que quiera establecer una auténtica democracia está condenado a desaparecer. Ha de someterse, indefectiblemente, al capitalismo puro y duro. De hecho, se señala al ex gobernador del Banco Central griego, Lucas Papademos, como su posible sucesor. ¡Capital al poder!
Papa… demos el poder al capital. Ambiguo y sencillo a la vez.
¿Pedir la opinión, a través de referéndums, a la gente es una mala noticia y una catástrofe?
Entonces resulta que es una triquiñuela, legal si se quiere, ese artículo de nuestra constitución (redactado tan ambiguamente como se quiera) que indica que el poder reside en el pueblo soberano.
Con ello significo que, al votar, damos a los partidos un cheque en blanco para que hagan lo que quieran. Como solo lo hacemos cada cuatro años…
En fin. La vida sigue, yo también, sopesando serenamente hacer o no uso de mi derecho al voto.

lunes, 3 de junio de 2013

Salir del euro



Por Quim Sarriá

Hace unos días acudí a una cena entre amigos, una cena de ex compañeros de fútbol, que llevábamos tiempo sin vernos.
Todo fue bien, encuentros agradables, conversaciones fluidas, recuerdos inolvidables, etc., hasta que al final, al abonar la cuenta tocó a 74 euros cada uno.
Estamos ante una situación que nos golpea tremendamente: 12.312,56 pesetas de las antiguas nos costó a cada uno. 197.001,02 pesetas el montante total de la factura…, no es moco de pavo, es la ruina de la economía familiar.
Hago mía la hipótesis de Joao Ferreira do Amaral -doctor en economía, profesor universitario y antiguo directivo del Ministerio de Finanzas de Portugal- de abandonar el euro.
Hay que abandonar el euro porque es parte del origen de los problemas que tenemos aquí.
La fuerte crisis que tenemos en este país es consecuencia de la entrada en el euro porque no estamos preparados para usar esa moneda tan fuerte que impide ajustar nuestra política monetaria y afecta a nuestra competitividad para equilibrar la balanza comercial.
Estamos alcanzando un paro que bate todos los récords. El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o bien es un optimista iluso o es un perfecto charlatán cuentista al asegurar que dentro de poco veremos el descenso del mismo.
Rajoy se cree que somos tontos, nos dará cifras de la bajada del paro usando un ardid como es el de que en la próxima temporada de verano se necesitará personal para los servicios hoteleros y de restauración, lo que marca unas ocupaciones precarias.
También sacará una carta de la manga con la reducción del paro motivada por la obligación de que los parados trabajen, casi gratuitamente, para la Comunidad de Madrid bajo el chantaje de que no cobrarán el subsidio que vienen percibiendo.
Bueno, volviendo a la necesidad de salir del euro, magnificada la misma por la ya larga duración de la situación que sigue agravándose sin que se perciba mejora alguna, que vemos porque al crearse esa moneda tan fuerte no resulta útil para todos los miembros de la Unión Europea (UE) ante el aumento de la deuda pública y la presión de los mercados financieros.
Existe una imposibilidad de ajustar nuestra política monetaria porque, principalmente, las empresas no pueden luchar contra las de otros países y se centraron en el sector inmobiliario y de servicios.
El recorte de servicios sociales, la subida de impuestos y la estampida hacía arriba de los precios, duras medidas impuestas por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de ayudas y préstamos económicos agrava fuertemente la situación de parte de la mayoría de los ciudadanos de este país.
Realmente, el problema de la moneda única está en la transformación de la Unión Europea en el desarrollo de un proyecto neoliberal demasiado radical.
No es, necesariamente, abandonar la UE sino mantenernos dentro con nuestra propia moneda, como hace el Reino Unido.
Como que estamos ante un panorama, que han tratado de ocultarnos, demasiado desolador agravado por la sensación de que los precios sí que se han europeizados y los salarios no.
Con nuestra propia moneda, evaluada de acuerdo con nuestra capacidad económica, venderíamos más y mejor, con exportaciones abrumadoras y tendríamos menos paro y más bienestar social.

Pero eso implica que tengamos que esforzarnos en condonar cualquier deuda con el sistema financiero que nos sustenta precariamente hoy en día y comenzar de nuevo una andadura por carreteras secundarias de la economía, al estar la autopista totalmente abarrotada por las directrices europeas que nos afectan, principalmente, con productos de terceros países: Marruecos, China, etc.

DACA Y TOMA DE RETRACA

Buen día, gente. Primer artículo que escribo en el nuevo año en su comienzo de la segunda década acompañado, como casi siempre, de u...