Buen día, gente.
Primer artículo que escribo en el nuevo año en su comienzo
de la segunda década acompañado, como casi siempre, de un tiempo climático
bueno, sin calor ni frío.
Hemos dejado atrás un año increíble, tanto en lo político
como social y climático.
Hemos dejado atrás unas escaramuzas políticas que producen
asco y risa a partes iguales, como esa del presidente en funciones, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, en
relación a sus pactos y gestos increíbles contra el ahora su aliado, Pablo Manuel Iglesias Turrión, en unas
actuaciones rayanas en el ridículo más espantoso.
De vetar al líder de Podemos a adjuntarlo como
vice-presidente, supuestamente, media un espacio de tiempo que lleva a uno a
reírse a carcajadas y a la vez carga la rabia por el tremendo desperdicio
económico y social que ha efectuado convocando las elecciones que los dejarían
en la misma postura que las de mayo del año pasado.
La claudicación del líder socialista, en varios frentes
abiertos, lo deja en una delicada posición ante sus propios militantes y ante
el ciudadano en general… la culpa, como siempre, la tienen los
independentistas, eso dice la prensa nacional.
La verdadera culpa la tiene los llamados partidos
“constitucionalistas” (como si los otros fueran “anticonstitucionalistas”
elegidos misteriosamente a través de la propia Constitución por sufragio
universal) por no apoyar, absteniéndose o votando a favor, al partido vencedor
de las últimas elecciones… y de las anteriores.
Bueno, dejemos este policromo galimatías político y
centrémonos en las ilógicas decisiones del Ejecutivo en funciones: hablemos de
los pensionistas.
Yo lo soy, aunque de una escala que no está por la labor de
manifestarse si no es para apoyar a los que están en otra escala más baja.
No entiendo esa postura del Ejecutivo en funciones al
afirmar que no puede subir la pensión el 0,9 % (una miseria) prometido en
campaña porque están, precisamente, en funciones y sin embargo dan vía libre,
mediante decreto o ley, para que los trabajadores se jubilen meses más tarde de
cuando antes se jubilaban. Que alguien me explique este embrollo.
Buen comienzo del año que tenemos por delante. Es broma.
Sigo insistiendo que la política se trata con la política y
los jueces deben dedicarse a lo suyo que es juzgar crímenes y delitos
importantes entre los que NO incluyo las manifestaciones políticas sean o no
constitucionalistas… que no sigan haciendo favores a los políticos corruptos
que se enriquecen gracias a la política pero que no benefician a la política
con sus actos.
Sin embargo soy pesimista en este punto: el país está
dominado por la élite de la derecha conservadora, en la que están la mayoría de
jueces, y seguirán metiéndose en política para cortar las alas de la auténtica
democracia en connivencia con quienes todos sabemos. Al tiempo.
Ya tendremos tiempo de tratar otros asuntos importantes, el
año no acaba hoy, así que estemos tranquilos que seguiré opinando según me
vayan dictando mis células grises.
En fin, la vida sigue y yo también, comentando que agradezco
a algunos supuestos periodistas que me copian directamente y publican mis
artículos como suyos… no me enfada, me enorgullece aunque algunos digan que soy
yo el que copio.
Las Lagunas, 3 de enero
de 2020