OPTIMISMO GUBERNAMENTAL

Las Notas del Quim - Opinión

Quim Sarriá

Llevo bien el tratamiento al que estoy sometido diariamente, aunque los invisibles rayos siguen haciéndome fosfatina las células malas y las buenas también.

Lo único que me cansa son los desplazamientos diarios al nódulo nuclear. 50 kilómetros, entre ida y vuelta, son bastantes para hacerlos en la moto.

Bueno, hoy quiero escribir sobre cierto optimismo que cierto ministro español ha ‘soltado’ en una de esas citas televisivas que, en realidad, no dicen nada.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria López –de gran parecido con José María Aznar, hasta con el mismo segundo apellido- apareció sin bigote en un programa televisivo de las mañanas y, como todos los peperos, trató de meternos gato por liebre con sus respuestas, como si estuviera con un guión previamente preparado, al hablar de que es una cifra muy optimista que el paro se haya incrementado solo en 38.179 personas, en agosto, mejorando las de años anteriores, como si estuviéramos diciendo que el empleo ha mejorado.

Mire señor ministro del “democrático” Gobierno español, tenemos la mosca detrás de la oreja desde que el PP asumió el Gobierno de la nación. Perdón, no una mosca y sí un moscardón.

Si Vd. fuera sincero consigo mismo, si todos los miembros del Gobierno actual lo fueran, diría que ha empeorado la cosa, no mejorado.

Sabemos que el empleo está a ‘cero’ y con esa cifra no ha hecho más que seguir su tendencia al alza el número de parados en éste país. ¿Qué cómo afirmo esto?, pues que este mes de agosto ha bajado, y mucho, la contratación de personal en los servicios que suelen emplearlos para ponerlos a disposición del turista. Eso quiere decir que han entrado por la puerta del INEM muchas más personas, en agosto, que en otros años.

Antes de que Vd. pronunciara esa cifra, habían contratado en agosto de los años anteriores a cientos de miles de personas, los mismos servicios, y cuando finalizaron sus contratos temporales volvieron a incrementar el paro en la misma proporción en que fueron contratados. De ahí se sacan las altas cifras de los agostos anteriores.

Por tanto, señor ministro, no nos haga reír con su supuesto optimismo de que las cosas, del empleo, van a mejor. Ese cuento expóngalo a sus colegas de la UE, pero no a los españoles. Sabe Vd. que tenemos muy mala sangre.

Vd., junto con la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, sigue esa estela de engañabobos que dejó el triste gobierno de su clon, aunque más bajo que Vd., Aznar. Lo de la secretaria de Estado de Empleo ya es el colmo de los disparates informativos: “El Gobierno mantiene el pulso de impulsar todas las reformas necesarias para favorecer el empleo”, con la muestra real, según Vds. mismos, de que el paro es ahora de 4.625.634… un 11,98% más que hace un año, aunque siguen remarcando que es el menor incremento registrado en agosto.

Ya sabe, señor ministro de esas tantas cosas mezcladas en un concierto desconcertante (que Energía vaya con la Industria me parece bien pero ¿Turismo?), bueno, ya sabe señor ministro que cuando se contrata menos, se despide menos. Muy sencillo que no necesita ecuaciones que queman las pestañas.

Puede ser que con tantas cosas en su ministerio confunda los huevos de oro del turismo con los huevos aplastados de un parado buscando la comida en los cubos de basura.

¡Ah!, otra cosa Sr. Ministro. Ya sé que no es de su competencia (es del de Sanidad) pero como Vd. lleva la cosa esa de la Energía, mucho le agradeceré, y conmigo otros muchos ciudadanos, que suelte pasta gansa y permita que el hospital oncológico que me atiende pueda comprar una máquina de energía nuclear nueva con la que yo, y otros muchos ciudadanos, podamos seguir el tratamiento de radioterapia. Las que tienen actualmente dan pena verlas de lo anticuadas que están. De nada.

Señores peperos, del Gobierno, del Comité y de la base, os pido que meditéis mucho lo que vais a declarar al ciudadano. Cada vez que habláis se os asoman las plumas, por la comisura de la boca, hasta que aparece el plumero entero con tantos eufemismos.