Hoy ha sido un día tremendamente aburrido.
Muchos amigos y
conocidos, que pasaron el verano por los
alrededores de mi residencia actual, han desaparecido.
No es que hayan sido secuestrados ni nada parecido, es que
se les terminaron las vacaciones y regresan con el rabo entre las piernas.
¿Por qué?
Porque en numerosas ocasiones les hablé de los futuros
recortes que el Gobierno piensa efectuar sobre las pensiones, la mayoría de
ellos son pensionistas, y que tendríamos que hacer algo para evitar la merma en
nuestra economía particular.
Ni caso, creyeron que yo estaba más majareta de lo que
aparento.
Mientras el Gobierno hunde la esperanza de cientos de miles
de pensionistas en igual medida que hunde el poder adquisitivo de los mismos,
el flamante culpable de bancarrotas numerosas entra en las cuevas de Alí Babá
como asesor internacional.
Sí. Sí, los que hunden al país no tienen vergüenza alguna,
no tienen que perder ni un euro en sus escaramuzas económicas. Por algo tienen
las espaldas muy bien cubiertas por los suyos, los suyos que están en cargos
importantes y de los que será difícil desalojarlos mientras el país siga siendo
una dictadura camuflada en una democracia marchita.
Este Rato pasa el rato entre el FMI, Bankia y ahora el
Santander… ¿conseguirá hacer pleno?, creo que sería bueno que los ‘pobres’
retiraran sus cuentas corrientes de esos bancos.
Con Rato haciendo sonar la campanilla a ratos no nos
confiemos.
Por otro lado, mientras el vicepresidente de la Comisión y
responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dicho este martes que España
tiene "grandes posibilidades" de salir del rescate bancario a finales
de año sin fórmulas de seguimiento por parte de la UE porque el programa "va
por el buen camino", nuestro Gobierno se jacta de que el rescate bancario
ha funcionado.
Sí señor, ha funcionado como funcionan las cosas
relacionadas con los sinvergüenzas: recomprando participaciones preferentes,
que sabían tenían pérdidas, para conservar a los clientes, ‘preferentemente’ si
son víctimas fáciles.
Bueno, señores y señoras, con la apertura del ajo judicial,
perdón, del año judicial, vienen dadas las verdaderas dimensiones de la
actuación de los jueces en los diversos casos en los que, por cualquier razón,
pintan los peperos: Nóos; Gürtel; Bárcenas y ahora… ¿en qué quedamos?
Pregunto a la jueza del juzgado de instrucción nº 21 de
Valencia el porqué de haber rechazado reabrir el caso del Metro… y emperrarse
en echar la culpa al maquinista. La política pepera siempre en medio.
Lo mismo ocurre con Adif. No presentará ante el juez las
identificaciones de los responsables de ese tramo de línea ferroviaria, con el
pretexto de que hasta no se resuelva el recurso.
Esto, para mí clarifica nítidamente la culpabilidad de esos
mandos intermedios de la subsidiaria de RENFE, o como se llame, por cuanto mi
experiencia en el F.C. Metropolità de Barcelona me lo intuye.
Confiamos en que el tiempo corra más deprisa de lo que
corre... ¿para qué?, para ver si acabamos esta horrorosa pesadilla que se
cierne sobre nuestras cabezas, más de noche, con nocturnidad y alevosía y en la
que unos fantasmas con los bolsillos cargados de euros rondan por nuestro
alrededor, haciéndonos muecas y diciéndonos que pronto vamos a estar de
rodillas, pidiéndoles limosna a unos señores feudales,
Y otros señores con una sonrisa de oreja a oreja, como aquel
gato invisible del país de las maravillas que recorría una tal Alicia, jugando
al Monopole con las entidades bancarias y burlándose de unos pobres ancianos a
los que desplumaron de pelotazo limpio.
Las almas de estos fantasmas serán eternas errantes de la
economía.
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