Las Notas del Quim
Publicado en el periódico «El Pueblo de Ceuta»
Buen día, gente:
Ya pasó la borrasca, con mucho
ruido y pocas lluvias, por el sur. Del resto del país no me preocupo porque no
lo visito por ahora y según me dicen ha llovido bastante.
Lo que sí me preocupa es la
situación actual del país en el ámbito laboral, político y social.
Ya no debe ni puede
extrañarnos que vayan apareciendo casos de corrupción por doquier y, qué
casualidad, todos del PP.
Con lo de Granada vamos
sumando casos, lo extraño es que siga habiendo ciudadanos que continúan votando
al PP, pese a la pinta de mafiosos que tienen normalmente.
Tampoco nos debe extrañar el
enorme bofetón que nos ha dado el ministro del Interior EN FUNCIONES a todos
los ciudadanos, nombrando comisario honorífico de la policía a su íntimo amigo
y compañero de partido (del PP catalán exactamente), El periodista director de «La
Razón» que menos razón tiene: Francisco
Marhuenda García.
Creo sinceramente que se extralimita
en sus funciones el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz y con este tráfico de influencias debería ser dimitido
inmediatamente, máxime que el periodista está inculpado y condenado por su
intromisión en el honor del ex jefe de policía de Catalunya, Narciso Ortega.
Ambos, Jorge Fernández Díaz y Francisco
Marhuenda García, son amigos desde hace mucho. Ambos proceden del PP
catalán y trabajaron juntos en las oficinas de la calle Génova y pertenecen al
círculo íntimo de Mariano Rajoy Brey.
Esta actuación es claramente
un premio por la exclusiva dedicación de «La Razón», mientras sea director Francisco Marhuenda García, apoyando
sin fisuras las actuaciones de su íntimo amigo desde el ministerio del que es
titular en funciones.
Estas cosas eran prácticas
habituales en el antiguo régimen franquista, donde se premiaban a los amigos y
se castigaban a los no amigos por no decir enemigos.
Más aún: es el antiguo régimen
renacido. Como lo demuestra la plena dedicación del director adjunto operativo
de la policía, Eugenio Pino, otro
amigo íntimo del ministro, y que ha dirigido a la policía en esos cuatro años y
es artífice de la estrategia policial contra la oposición, contra Podemos y
contra los independentistas catalanes.
Esto es un claro exponente del
tráfico de influencias de la gente del PP, una corrupción más por cuanto es
contrastada con la actuación de Eugenio
Pino, cuando «La Razón» publicó en portada la foto de dos comisarios, altos
cargos de la Policía en tiempos del PSOE, reunidos con el socialista Antonio Ramón María Trevín Lombán –presidente
del Principado de Asturias entre 1993 y 1995- que se aprovechó de esa reunión
para destituir a ambos comisarios de los destinos que tenían en ese momento.
Ya sabemos la importancia de
los medios de comunicación para influir sobre los ciudadanos y de eso se
aprovecha el director de «La Razón», claramente, para crear un ambiente
favorable al PP, ambiente siniestro cuando oculta información que afecta al
partido en numerosos casos de corrupción sobre los cuales presenta siempre
excusas y más excusas el inefable Francisco
Marhuenda García en sus debates televisivos.
Solo falta que Federico Jiménez Losantos sea nombrado portavoz
en funciones del Gobierno en funciones, dando hostias a diestro y siniestro,
también en funciones.
No quiero imaginar cómo se
sentirá un policía que se lo curra a diario, con ese nombramiento del ministro
a un director de un periódico totalmente manipulador y partidista.
El colmo de los colmos después
de condecorar a una virgen de madera.
En fin, la vida sigue y yo
también, esperando que me nombren Ministro (de lo que sea) Honorario cuando sea
elegido un gobierno auténticamente democrático.
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