XENOFOBIA

Publicado en "El Pueblo de Ceuta"

Llamar xenófobo a uno es decirle que odia y rechaza al extranjero, con claras manifestaciones de rechazo, desprecio y amenazas. Con agresiones y asesinatos incluidos.

En la convención de la ONU del 21 de diciembre de 1965 se define como:

“Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública.”

En resumen, la xenofobia es un delito de conductas racistas y xenófobas. Aunque yo lo considero un miedo al diferente.

Pues bien, que los occidentales no acepten que las féminas del mundo islámico lleven burka, niqab o velo en su territorio no podemos considerarlo como referencia a la xenofobia.

Si la autoridad, sea municipal, provincial, autonómica o estatal, prohíbe en determinado momento el uso de esas prendas están en su derecho. Lo mismo que prohíbe que circulen, por las calles y avenidas de las ciudades, ciudadanos semidesnudos (recientemente en Barcelona).

Esto viene a cuento porque el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya a desestimado el recurso presentado por la entidad Watani contra la prohibición del Ayuntamiento de Lleida de prendas que tapen el rostro en los edificios muinicipales.

Es una ordenanza que afecta a la convivencia ciudadana y a la seguridad dentro de los recintos municipales, nada más.

No se excluye, en ningún caso, a la persona absolutamente de nada.

Lo que resalta de ese recurso presentado y rechazado es que la entidad Watani no reconoce que el Ayuntamiento tenga competencia para prohibirlo. No otra cosa.

Obvio es que los islamistas no compensan su postura con la enorme tolerancia de nuestro país. Lo digo por cuanto si mi mujer me acompaña a Arabía… ¿tiene prohibida la entrada por ser mujer occidental? Eso no lo sé seguro, pero de lo que sí estoy seguro es que la obligará, en cualquier país islámico, a que se tape la cabeza y a veces el rostro.

Acatamos esa imposición… ¿por qué no han de acatar las nuestras?

Que yo sepa aquí, a nuestro país, se viene a trabajar no a evangelizar.

Y si quieren venir a ganarse la vida, bien está si además cumplen las leyes. Pero mal está si vienen a imponernos las suyas, encima si están basadas en el espíritu religioso.

Los que menos pueden hablar de racismo o xenofobia son los propios islamistas, ellos tienen por credo que todos los que no profesamos el Islam somos perros infieles.

Y no digamos sobre la discriminación de sus mujeres. Enorme paradigma del machismo.

Pasemos a otro tema. El de la jubilación.

Me queda menos de un año para tenerla atada, aunque mejor diría congelada,

Menos mal que con la parcial, jubilación parcial, voy tirando. Lo digo porque ahora el Gobierno catalán ha paralizado el metro del norte de Barcelona (las líneas 9 y 10) porque no hay dinero.

Nos quedaremos sin trabajadores hasta 2012, según decisión del Gobierno catalán. ¡Joder con la política económica catalana!

Es claro que si se paran las obras ahora, dentro de unos años se multiplicará por tres el coste de las mismas. Llevaría un aumento de las comisiones con una mejor condición de negociaciones con otras empresas constructoras… solo son negocios. Políticos por más señas.

Es un impacto fuerte, el conjunto de los recortes económicos, que lleva trazas de ser duradero.

Mientras tanto el Ave continúa avanzando.

En fin, la vida sigue, yo también.