Buenos días, gente:
Vengo de pasar la mañana en la Playa de los Perros. La única playa, que
yo sepa, de toda la costa peninsular dedicada exclusivamente a los caninos pese
a la recientemente creado Ley que prohíbe el acceso de los perros a la playa.
Nuestra perrita “Santa” se lo pasó en grande, corriendo de aquí para
allá y metiéndose en el Mediterráneo sin importarle que un supuesta barracuda la
ataque, como la rumorología del país expanden que pasó en Benidorm, donde una
barracuda tiró un mordisco a un niño. A lo mejor el niño estaba nadando a 300 m
de la orilla.
Escribiendo sobre al crimen de Cuenca, no el que pasó hace muchísimos
años si no el de las dos chicas, veo que ciertos medios de comunicación se
toman la libertad de prejuzgar sobre el mismo muchísimo antes de que terminen
las investigaciones.
Esto es pan de cada día, lo de prejuzgar, que produce cierta vergüenza
ajena al no atenerse a los hechos reales y probados, sino a la especulación
dañina (caso de Dolores, Mijas, por ejemplo).
Volviendo a lo del crimen de Cuenca… ¿cómo es eso de que aseguren que
por culpa de unas fotos de la boda de una de las señoras asesinadas provoquen
celos capaces de hacer perder la cabeza a un tío hasta el extremo de matar, no
a una sino a dos personas? ¿Está probado que es por eso?, no, no está probado y
sin embargo animan el cotarro adverso siempre que pueden.
¿Por qué no se ciñen a la pura información? ¿Cobran por ser jueces?
¿Alguien les pagan para que lo fomenten?
Lo mismo pasa en las tertulias televisivas con los temas de la política
en general y esas cosas tal vez influya en la mente de quienes realmente tiene
el poder de juzgar.
O bien existen periodistas que cobran, además, sueldos de policía o
bien son gente sin escrúpulos que manifiestan especulaciones de lo que creen
aunque perjudiquen a inocentes, y no lo digo por el sospechoso del crimen de
Cuenca.
Bueno, cambiemos de tercio y entremos de lleno, sin dejar las
especulaciones, en los programas que cierta cadena de televisión emite en
nuestro país.
Tremendamente asqueroso y hasta fuertemente aberrante el espectáculo en
el que sortean un pasaporte para determinada isla.
Enterarse de una señora, que podía ser tu madre, hablando de comerse
cosas, de azotes en el culo y de cómo se les pone los pezones, hasta osa decir
que las Fallas de Valencia las enciende ella frotándose con su marido… es
bastante escabroso que hable de sus tórridos actos sexuales.
Ver a tus padres en pleno coito es más traumatizante que ir a un lugar
oscuro y que un tipo mate a todos con una motosierra ¿no?, eso es lo que nos
ofrece ese programa de ese canal de TV.
No quiero ni imaginarme a Christine Lagarde totalmente desnuda y tratando de comerse la ‘palomita’.
Las “50 sombras de Grey” están influenciando de veras en ciertas mentes.
Realmente existen muchos casos de cosas y hechos que ocurren en nuestro
país y que quisiera poner de manifiesto, pero la sensatez está aposentada en mí
y prefiero ser corto en mis opiniones, no sea que alguien me llame la atención
en demanda por cierta ley.
No es que sea moralista pero existe una cosa llamada intimidad, en
referencia al segundo tema, y de respeto a la presunción de inocencia en el
primer tema, por lo que me desagrada en extremo estas actitudes ubicadas en dos
vértices totalmente opuestos: el de acusación y el de confesión.
Ya habrá tiempo de escribir sobre la política y hoy he querido darle un
descanso al tema para conseguir un pequeño respiro ante lo que se avecina.
En fin, la vida sigue y yo también, con escasas esperanzas de ganar
optimismo.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario