Buen día, gente.
Tal vez no cuadre perfectamente en el conjunto de este
artículo el título que lleva, pero al referirme a ello quiero explayar que este
colapso social se refiere a una quiebra en gran escala de las instituciones
civiles del país.
No significa, necesariamente, que sea el punto final de
nuestra civilización sino que es sólo la descripción del proceso de cambio de
la misma con posibilidades de adaptarnos y renacer de nuevo con nuestros
derechos recuperados.
Estamos aún dentro de un proceso de cambio, que comenzó
desde la asunción de la presidencia del Gobierno por Mariano Rajoy Brey, en el que es significativa la desigualdad en la
estructura social del país y que ha desembocado en un descenso en derechos de
las clases sociales que componen casi la mayoría de la población y la toma del
poder, en general, de una élite minoritaria acomodada.
Tenemos un Gobierno sedentario que agota importantes
recursos y hace una lenta renovación impidiendo la expansión de las
instituciones sociales con sobreutilización de los recursos para otros temas y
la dominación del territorio de manera autoritaria, con lo que se puede
amenazar la complejidad social y ello puede desembocar en un colapso.
El colapso de nuestros hospitales, principalmente en las urgencias,
a causa de la gripe demuestra a las claras la total desidia de nuestro
Gobierno, de su ministerio de Sanidad en este caso, sin ningún plan preventivo
para evitar este colapso.
En este concepto… ¿Cómo planificaran casos de accidentes
naturales o de atentados de gran envergadura sin ningún plan de prevención?
Los recortes en Sanidad están dando los resultados que la
mayoría de los analizadores pronosticamos y que afirmamos de un fatal desenlace
al paso del tiempo.
Desde el tema del ‘Prestige’ y los hilillos de plástico de Mariano Rajoy Brey hasta la desidia del
entonces ministro de Defensa, Federico
Trillo-Figueroa y Martínez-Conde (además, irónicamente, miembro de la
Comisión Española de Historia Militar), en la tragedia del YAK-42, pasando por
la época de José María Aznar López y
su participación en la guerra de sus amiguetes en las Azores, indica claramente
que el pasotismo de los miembros del PP que ascienden al Gobierno, ya sea del
país o de cualquiera de las comunidades, conlleva una auténtica ruina social.
La supercalifragilisticoespialidosa actuación de la ministra
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors
Montserrat i Montserrat, con sus dimes y diretes acerca del copago
farmacéutico de los jubilados, no tiene nada que ver con la canción de la
película de Walter Elías Disney
(Walt Disney) ya que no puede salir, en absoluto, airosa de la situación que
ella misma se ha creado en cuanto a credibilidad.
Los recortes, tanto de personal como de capital, están
llevando al país a una situación social insoportable: subidas espectaculares de
los precios, descompensada con los descensos de los salarios con pérdida de la
condición de personas humanas para convertirlas en esclavos del gran capital;
recortes de derechos inquebrantables y aumentos de derechos de sus propios
miembros con espectaculares incrementos de sueldos y demás gratificaciones;
Justicia totalmente politizada que mete en la cárcel a quienes se apoderan de 80
euros y dejan libres a quienes lo hacen por 80 millones, así como a ciudadanos
que protestan por sus derechos y dejan libres a quienes pagan un salario
público por pegar a esos mismos ciudadanos –con cuyas aportaciones en forma de
impuestos viven- con armas y escudos,…
En fin, la vida sigue y yo también, esperando seguir vivo
cuando llegue la verdadera democracia si es que llega.
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