Las Notas del Quim –
Opinión
Por Quim Sarria Lara
Buen
día, gente.
Hoy
me he despertado de un duermevela horroroso. Me han picado un batallón armado
de mosquitos que me han dejado bastantes “bollos” por el cuerpo y es que no
podía dormir del húmedo calor de la noche, ¿cerrar las ventanas?... ¡ni
pensarlo!
Estamos
en las “Mil y una noches”, supuestamente escrito por Abu Abd-Allah Muhammad el-Gahshigar en la Edad Media, a juzgar como
siguen contando cuentos estos políticos que nos gobiernan en plan autoritario,
y que se complementa noche tras noche con la aparición en el plasma de Mariano Rajoy Brey o cualquier
componente de su Gobierno, en su afán de seguir aferrado al cargo, tal como lo
hace Scherezade con sus relatos para persuadir al Sultán para que no la degüelle…
Estamos
hablando de cajas encerradas en otras cajas, mientras los políticos de los
demás partidos se miran el ombligo.
Por
eso, tanto cuento del Gobierno en referencia al paro ya nos tiene más que
hartos. Ante las frugales apariciones de la ministra de Empleo y Seguridad
Social, cantando las cuarentas como cualquier niña del sorteo navideño de
lotería, en las que siempre habla con esa desagradable y prepotente sonrisa
sempiterna sobre la mejoría de empleo en el país y la consiguiente reducción
del paro secundada, ¡¡cómo no!!, por el taciturno presidente abusón del plasma.
La
realidad, con datos en la mano aunque con muchas lagunas que expondré más
adelante, es muy diferente a lo que proclama el Gobierno en su conjunto.
Si
en agosto ha subido el paro en 46.400 personas –con 3.382.324 desempleados
inscritos- y la Seguridad Social ha visto desaparecer a 179.485 afiliados (lo
que se convierte en el peor dato desde 2008)… debemos tener en cuenta, y esto
no lo contabiliza públicamente la Administración, que en el conjunto de
personas en paro hay que sumar –cosa que no hace el Gobierno- a aquellos que se
dieron de baja en las oficinas de desempleo por razones como: estar hartos de
esperar años y años sin solución; pasar la edad reglamentaria (jubilación);
regresar a sus puntos de procedencia (inmigrantes); fallecidos por cualquier
causa que estaban inscritos… Todo esto no lo incluyen en las razones de la
bajada del paro proclamada con frecuencia por los del PP.
Estas
cifras demuestran, una vez más, que por mucho que se empeñe el Gobierno en
repetir el mantra de sus logros con el paro y prometer nuevos empleos, la
precariedad y la temporalidad laboral siguen siendo un lastre para el empleo y
la mentira sólo engaña a los suyos.
Obvio
es que siendo una época, la que sigue, en la que los turistas regresan a sus
lugares de residencia, no hace falta tantos camareros ni friegaplatos… y
estamos a primeros de septiembre cuando ahora viene el “tío Paco” con las
rebajas, con lo que saldrán nuevas mentiras y vayan a reclamar a la Virgen del
Rocío para que vuelva el supuesto “milagro español del PP” con lo que,
supuestamente, subirá el PP en intención de voto con 46.400 personas más.
Sigo
riéndome a mandíbula batiente cuando recuerdo lo dicho por la ministra de
Empleo y Seguridad Social, María Fátima Báñez García, en su aparición en
TV y medios de comunicación “…el empleo que llega con la recuperación es de
mayor calidad que el que se fue con la crisis…”, para mí fue el mejor chiste
que supera, con mucho, a los del Club de la Comedia. Están tardando, los responsables del Club, en contratarla.
Si
el turismo es la gallina de los huevos de oro para el Gobierno, también es
cierto que aporta bajos salarios, temporalidad y falsos autónomos con lo que el
país es líder, en la UE, del empleo temporal no deseado.
Bueno,
si el 42% de la población activa española es infrautilizada, porque no trabaja,
está subempleada o desanimada… con Mariano
Rajoy Brey y “el falangito naranjito” al timón del país, ¡¡España va de
cine!!, que no lo dude nadie.
En
fin, la vida sigue y yo también, lamentando como jubilado que soy que Hacienda
me atosigue como nunca me ha atosigado, sin tener derecho alguno, legalmente,
porque a los jubilados no se les cobra el IRPF porque ya cotizaron y pagaron a
lo largo de su vida y no les da para ahorrar, con lo que poder comprar una
simple lápida y ser enterrado dignamente cuando le llegue la hora.
Lo
raro es que en el impreso de la declaración ponga: “Ingresos por rendimiento en
el trabajo”... ¡¡Si no trabajo!!
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