ESTAMOS EN BABIA

Las Notas del Quim - Opinión

Buen día, gente

No escribiré del tiempo, harto estoy de cambios, sino de lo que indica el título.

Babia no es un lugar imaginario, sino una comarca encajada en la cara leonesa de la Cordillera Cantábrica… pero según el Diccionario de la RAE «estar en Babia» significa «estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata». La mayoría de los expertos coinciden en que hace referencia a la comarca leonesa de Babia, donde habita el sujeto que anda siempre embobado.

La auténtica comarca leonesa de Babia

Estamos en Babia, desde luego, ante la cosa más surrealista que ocurre en nuestro país: El Tribunal Supremo permite que los presos políticos electos vayan al Congreso y al Senado para recoger sus actas, pero acto seguido y sin perder tiempo lo vuelven a meter en la cárcel.

No acaba el surrealismo así, sino que además una vez en poder de sus respectivas actas, serán suspendidos y sin posibilidad de personarse en las sesiones del Congreso, ni hacer ruedas de prensa ni reunirse con sus compañeros para plantear gestiones políticas… SURREALISMO PURO.

Todo eso demuestra o bien que los políticos son tan estúpidos como para perder cuatro diputados y un senador cuando llegue la hora de los votos en el Parlamento y en el Senado, o bien que están en un plan estratégico ultrasecreto.

Los políticos presos entrando en el Congreso de -diputados

A pesar de todo, no me entra en la cabeza que todo un Tribunal Supremo y la Junta Central Electoral (compuesta como sabemos por algunos jueces del mismo Tribunal Supremo) hagan esas cosas tan increíbles y surrealistas que tiene connotaciones maquiavélicas.

En realidad, lo repito una vez más, me parece excesivo ese tiempo en prisión preventiva de unos políticos que solo usaron un arma: LA PALABRA, con lo que es totalmente segura y acertada la expresión de PRESOS POLÍTICOS, quieran que no nuestros juristas y políticos trasnochados y sin pizca de demócratas.

Esto se traduce en un abuso del poder judicial, unido a la derecha conservadora de siempre, y que nos hace desconfiar de la Justicia misma. Una Justicia que sigue teniendo la marca de aquellos tribunales franquistas totalitarios.

Oriol Junqueras rellenando el formulario de diputado

Mucho se habla de separación de poderes, aunque yo creo firmemente que aquí en este país no existe tal separación de poderes, por cuanto los temas políticos se resuelven en política y no en tribunales, afición que tienen la mayoría de políticos conservadores y ultraderechistas: cuando no pueden ganar con los votos… denuncia al canto, tanto da que sea al Tribunal Constitucional como a los tribunales ordinarios.

Todo ello nos demuestra, una vez más, que en este país existe una afirmación, que ratifico, y que se muestra en esta alegoría: SIEMPRE HUBO, HAY Y HABRÁN AMOS Y ESCLAVOS. De donde se deduce que el AMO es el capital y los esclavos el resto de la población.

Como así lo demuestran los políticos de los EE.UU. Pretenden imponer sus órdenes a todo el mundo… ¿Dónde está la DEMOCRACIA de la que tanto mencionan los capitalistas y dominantes del mercado?

Amos y esclavos

Nos hacen creer que estamos en una democracia, lo que es totalmente falso, y que siempre velan por nosotros, otro argumento totalmente falso, sean del partido que sean. Solo cuentan los beneficios que obtenga individualmente esa clase abusadora de sus privilegios, que los niegan tozudamente al resto de la población.

Siempre será así mientras las llamadas Fuerzas de Seguridad del Estado estén contra la mayoría de los ciudadanos gracias a la llamada ley mordaza y otras leyes de carácter leonino, al menos aquí. Están siempre en contra porque repelen cualquier intento demócrata de expresar su pensamiento político.

Libertad de expresión, palos que recibe; libertad de opinión, más palos que recibe, Donde el palo es la represión policial obedeciendo órdenes antidemocráticas… me recuerdan a la Policía Armada después de la Guerra Civil.

En fin, la vida sigue y yo también, con la esperanza finiquitada de que pueda ver un país donde sea verdad la soberanía del pueblo, así lo dice nuestra Constitución y que nunca ha llegado a ser verdad.


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