Las Notas del Quim
Por Quim Sarriá
Seguimos disfrutando, en el
sur, de un tiempo primaveral que nos ofrece oportunidades formidables de
disfrutar de la vida.
También disfrutamos de la
política chistosa, de las salidas de tono de nuestros políticos con
representación parlamentaria y sin ella.
Veo como chistes las
actuaciones contra Podemos, al que le están atizando de lo lindo los medios de
comunicación conservadores, sobre todo a Juan Carlos Monedero.
Entre todos los chistes de ésta
movida tan increíble como es la que ocurre en éste siglo con tantos líos ‘domésticos’
llamados Bárcenas, cuentas B, Gürtel, tarjetas ‘black’… todo resulta sonar como
chistes malos con un acoso y derribo tan escandaloso hacia un partido que ni
siquiera dispone de diputados en el Parlamento del país.
Creo que es la primera vez
que se investiga profundamente un ‘curriculum vitae’ en este políticamente masacrado
país y no para contratar a alguien sino para despanzurrarlo a conciencia. Solo
hará falta que el vapuleado Juan Carlos Monedero abandone la Universidad, la
política y se dedique a montar una entidad financiera, estilo Banco Santander, así
será considerado persona decente, digo yo.
No veo claro que la prensa ataque
a Juan Carlos Monedero, y a Podemos, y no se atreva sacar a la luz,
dedicándoles al menos un mínimo esfuerzo e hilando fino, los currículos de
Rajoy y compañía, cuando todo el mundo sabe que los currículos suelen ser hinchados
de manera conveniente, dependiendo del caso, como por ejemplo el de la
inventora del chiste ese del café con leche, Ana Botella, que ponía en el suyo
un nivel alto de inglés.
Lamentable que un periódico
serio como es “El País” publique en su portada un zasca contra Monedero, el del
profesor que no lo recuerda, y no lo contraste. La lógica respuesta de Monedero,
con una foto junto al profesor olvidadizo de 75 años que reconoce no tener
buena memoria, no deja lugar a dudas. Tremendo.
Al final del rollo macabeo
del “caso Monedero” será el descubrimiento de que no sabe firmar; que todos sus
trabajos los ha hecho un ‘negro’… es una verdadera vergüenza, por no decir
lástima, que un periódico tan serio acometa estas tonterías.
Otra cuestión son los debates
televisivos. Ayer, por el miércoles, me quedé hasta las tantas siguiendo el
debate de TVE-1 sobre la cuestión griega con gente de tres partidos políticos y
otros tantos economistas y una señora griega que lleva muchos años viviendo en
este país.
No he parado de reírme porque
al final las conclusiones fueron: NADA. Con opiniones tirando del carro para
provecho del que hablaba y dejando un hedor horroroso a rancio conservadurismo,
hasta el representante de IU no era menos, con un pepero prepotente que movía
la cabeza, en un tic parecido al Parkinson, cada vez que los otros hablaban.
Me pregunto a mí mismo: ¿Para
qué sirven estos debates que solo pueden seguir los insomnes como yo? Y me respondo,
también a mí mismo: para hacer desaparecer el insomnio.
Lo cierto es que caí dormido
cuando el pepero, muy cínico, no dejaba terminar la frase a la señora griega.
La manipulación de la
información está llegando a ser una constante de ciertos medios de
comunicación, regidos de alguna manera por los poderes fácticos, con hechos
redactados o hablados que deben ser verdaderos y, por lo tanto, verificables y
cuya objetividad deja mucho que desear, como viene ocurriendo en el debate de Sergio
Martin en TVE-1 que se ve reflejado en el mismo cuando no debe hacerlo mediante
ninguna opinión ni juicio de valor, ni mucho menos con preguntas insidiosas ni
torticeras.
Más bien parecen que son
debates de pitonisas, por cuanto hablan de un futuro imposible de saber, con
conclusiones cercanas a promover el miedo en el telespectador.
Estos no son más que debates
formales, que tienen un formato pre-establecido y con un tópico específico a
discutir. Son más bien debates de Popper.
En fin, la vida sigue y yo también sabiendo,
como sé, cuál es el objetivo de realizar este tipo de debates.
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