jueves, 1 de enero de 2015

¡QUÉ RARO!

Las Notas del Quim

Por Quim Sarriá

Buenos días, gente.
Entramos en 2015 con la novedad de que comer las uvas en Andalucía resulta una proeza increíble.

Pendiente como estábamos de las doce campanadas, el canal andaluz por excelencia chafó la ilusión de todos nosotros insertando un anuncio durante las mismas.

Comenzó a sonar justo después del anuncio para interrumpirse inmediatamente con otro anuncio. No volvió a sonar hasta la novena campanada.

Esta pauta desastrosa de la televisión andaluza viene unida a las emisiones, también desastrosas, del resto de las cadenas de televisión, tanto oficiales como privadas, que colocaron en antena, después de las doce campanadas, tales bodrios que hicieron arrepentir a no pocos ciudadanos de quedarse en casa la última noche del año 2014.


En pleno siglo XXI y con tremendas ganas de olvidar los sufrimientos ocasionados por la horrible actuación del Gobierno de Mariano Rajoy, teníamos la ilusión, para los que se quedaban en casa, de pasar un rato agradable ante la TV. Nos la dieron con un zasca agregado. Una auténtica mierda de regalo para los telespectadores.

Parece que el realizador de las emisiones sea el cabeza de familia de los Simpson y sus ayudantes el resto.

Por lo demás la entrada de 2015 fue feliz, al menos para mi familia, con la sola interrupción, que casi me provoca un corte de digestión, de un tuet del presidente del Gobierno. El inefable Mariano Rajoy parece un antiguo disco de vinilo rayado: repite una y otra vez que “España ya sale”… ¿de dónde sale? Porque de la crisis no, rotundamente no.

La jugada maestra de este Gobierno, la reforma fiscal, entra en vigor desde el primer día de 2015 y no es una cosa de agradecer.

Con vista a las próximas elecciones ha tratado de hacernos picar el anzuelo aderezado con una lombriz bastante podrida.

Tal reforma fiscal no especifica que sea beneficiosa para el ciudadano medio. Bien es cierto que hará rebaja en las retenciones pero suprimiendo muchas deducciones con lo que, a la larga, salen mucho más perjudicados los contribuyentes mileuristas, mientras que los de rentas más altas ahorrarán diez veces más en retenciones.

Esto, unido a lo de Google New y el aumento del IVA, el 21%, en los aparatos e instrumental sanitario, así como en los productos farmacéuticos entre otros artículos de primera necesidad… es una auténtica zasca contra el ciudadano, con lo que bien empezamos el año: más crisis inventada por el PP.

Ya es bastante raro que el Gobierno comience el año inaugurando un museo de marionetas, alusión directa a cómo nos manejan y manejarán.

El triunfalismo de Mariano Rajoy es lo que menos necesita el país y ya veremos cómo quedará el PP tras las elecciones del próximo 24 de mayo, autonómicas y municipales, así como en las generales de noviembre.

De nada servirá el clásico, por excelencia, de las citas previas a las elecciones: inauguraciones a porrillo, puestas en servicio, primeras piedras de infraestructuras y/o edificios, etc., menos aún si utiliza la negación contra el nuevo partido Podemos usando dos grandes mantras: repetir que viene el año de la recuperación y usar el tópico del miedo al cambio.

El auténtico miedo de los populares y socialistas es perder los numerosos privilegios alegales de que gozaron, gozan y, supuestamente gozarían, sin olvidarnos de los chanchullos descubiertos y por descubrir que, de ser totalmente descubiertos, mostraría la desaparición de una cuarta parte del PIB en sus bolsillos, de ahí la crisis real. Ese es el auténtico terror de los iconoclastas pseudo-demócratas.

Ese continuo pataleo de los dos grandes partidos se transforma en que no quieren empeñarse en dar la talla un poco más sobre cómo solucionar los problemas del país y siguen prometiendo el oro y el moro a pesar de la evidencia.
En fin, la vida sigue y yo también aunque con pocas ganas de desearos un próspero 2015.


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