Las Notas del Quim - Opinión
Buen día, gente.
Ya estamos en la auténtica primavera y precisamente en el
último día de mes de abril.
Un mes donde los acontecimientos desarrollados tienen un
punto en agenda, una semana santa aguada, una feria de abril sevillana con poco
estruendo y unas elecciones engañosas.
Sí ha ganado el PSOE, pero no el auténtico PSOE.
Rodolfo Llopis Ferrándiz |
Quiero decir que aquel PSOE, cuyo secretario general era Rodolfo Llopis Ferrándis (1895-1983),
no existe en la actualidad.
Aquel PSOE que presidió el Consejo de Ministros de la República
Española en el exilio (Febrero 1947-Agosto 1947) y al que sucedió Álvaro de Albornoz y Limiana, y que
fundó en 1879 Pablo Iglesias Posse,
tenía como definición de su política el marxismo, modelo teórico explicativo de
la realidad desarrollado por Karl Marx,
filósofo, sociólogo y periodista alemán de origen judío.
El marxismo es una corriente del pensamiento humano asociado
al conjunto de movimientos políticos y sociales que representan la auténtica
izquierda y lo correcto es plantear esos movimientos como comunismo o
socialismo, por lo que es incorrecto plantear esos movimientos como sinónimo
del marxismo ya que ni todo su componente humano ni toda su doctrina política
se basó en el marxismo como tal.
Kerl Marx |
Viene a cuento toda esta perorata por cuanto, en los albores
de la supuesta democracia de este país, aquel PSOE se convirtió en un partido
supuestamente de centro-izquierda.
¿Cómo ocurrió ese salto en la filosofía socialista?
El PSOE se definió como partido de clase obrera, socialista
y marxista hasta el Congreso extraordinario de 1979, en que abandonó el
marxismo como definición ideológica, obligado por las circunstancias de la
época y la presión política del capital: banca, grandes fortunas y grandes
empresas, así como el poder religioso, el judicial y con los militares en
cabeza.
Desde entonces, cualquier giro hacia la verdadera izquierda
era imposible para el PSOE, centrándose más en actuar como partido de
centro-derecha que de centro-izquierda como los cambios de proyectos de Felipe González Márquez respecto a la
economía y a la OTAN; la claudicación de José
Luis Rodríguez Zapatero, aceptando la inclusión del artículo 135 (que
beneficiaba en sumo grado a la banca y al gran capital) en la Constitución sin
referéndum, ya que la soberanía residen en el pueblo, etc., hicieron hincar la
rodilla a quienes se declaraban de izquierdas.
Hoy en día asistimos a más de lo mismo. Con Pedro Sánchez Pérez-Castejón en el
Gobierno aquí es realmente imposible la auténtica izquierda... los poderes
económicos se apoderaron de las riendas del país y sea del color que sea los
que ocupen la Moncloa, serán siempre marionetas de ese poder, también
representado por tribunales fieles a quienes les dan prebendas fuera de su
jurisdicción, juzgando a políticos en temas que sólo corresponden a la
política.
Pablo Iglesias Posse |
Toda la historia del país, al menos desde comienzos de la I República,
siempre ha seguido la misma pauta: dictadura eterna del poder económico,
judicial y religioso, gracias a la poca educación recibida por todos los españoles
en materia socio-política, ya sea porque los mandamases no daban oportunidades
o por, simplemente, pereza.
No nos hagamos ilusiones, los de izquierdas o los que de
verdad quieran una auténtica democracia, de que el país cambiará… nunca
cambiará mientras exista la casta, ambiciosa, avariciosa y acaparadora de todos
los recursos económicos de nuestro país y de personajes de mente cuadrada que
quieren imponer sus ideas retrógradas con el fin de que el pueblo sea esclavo
de las ambiciones de sus supuestos dominadores.
En fin, la vida sigue y yo también, cansándome, en sumo
grado, de la hipocresía de nuestros políticos y la cobardía de la mayoría de
los ciudadanos, miembros de esta nación en declive.
Digo nación en declive
porque los fondos de inversores internacionales (fondos buitres) se la están
apoderando con la complacencia de nuestros dirigentes.
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