Buen día, gente.
Kairós, dios del
clima que al fin y al cabo es Zeus, anda
enloquecido dentro de su espacio por la insistencia de los humanos en complicar
el clima con sus manipulaciones, con varios negando algunas veces la realidad.
El dios Zeus |
No solo levanta la ira de Zeus, el dios supremo que desde los albores de la historia es capaz
de crear tormentas por sí mismo y lanzar rayos con su mano, sino también la de Neptuno, el rey de los mares, que con
solo mover su tridente levanta enormes olas marinas, y también de Helios que tiene el poder de los rayos
del sol y decide la duración de los días moviéndose en su carro de fuego que,
junto a Eolo, el señor de los vientos, decide cuándo y dónde van a soplar.
Con tanto cambio climático en los últimos tiempos: calor en
invierno y nieve que produce bastante frío en primavera, no podemos menos que
sospechar que el clima puede ser controlado por el hombre en vez de los citados
dioses, manipulado y dirigido a favor de ciertos intereses ocultos.
Esta hipótesis que se conoce como geoingeniería, puede ser
una realidad dado el avance en materia tecnológica y la codicia del hombre por
alcanzar la categoría de un dios.
Bueno, entremos en lo que interesa, como es la actualidad
socio-política de nuestro país.
En primer lugar, destaquemos la ambición, la codicia y la
vanidad de algunos políticos por dominar el país en beneficio propio que,
lamentablemente, corresponde a políticos de derechas, conservadores y ultra liberales.
Sólo quiero adelantar que todo lo que escribí en anteriores
artículos de opinión, muchos de ellos publicado en la prensa, estaban, desde el
principio, abocados a ser certeros en su planteamiento temático.
Empecemos por el tema de la eutanasia.
Inmaculada Echevarría |
De todos es sabido los tremendos casos de suicidios
asistidos, los más famosos en nuestro país fueron los de Inmaculada Echevarría, Ramón
Sampedro y María José Carrasco, pero
desconocen que en muchos países murieron en las mismas o parecidas circunstancias:
Brittany Maynard (EE.UU), Diane Pretty (Gran Bretaña), Edward Thomas Downes y Joan Thomas (Reino Unido), Frances Inglis (Gran Bretaña), Eluana Englaro (Italia), Terry Chiavo (Florida), la bebé Camila (Perú), Nathan Verhelst (Bélgica)… y otras muchas personas que haría la
lista interminable.
Ramón Sampedro |
Pues bien, yo soy de los que defienden una muerte digna que
evite un sufrimiento baldío que, de todas formas lleva a la muerte.
La muerte es la única cosa segura y firme que tenemos en nuestro porvenir y sobre la que no es necesario, ni falta que hace, que consultemos con supuestos adivinos o brujas. Tánatos, el dios de la muerte, ya decidirá en qué tiempo.
La muerte es la única cosa segura y firme que tenemos en nuestro porvenir y sobre la que no es necesario, ni falta que hace, que consultemos con supuestos adivinos o brujas. Tánatos, el dios de la muerte, ya decidirá en qué tiempo.
Lo que no tolero, y lo he mencionado antes, es que
representantes políticos de derechas utilicen las formas hipócritas para
referirse a la eutanasia o al suicidio asistido como uno de los males de la
sociedad actual… se descubre el juego de esta clase de políticos, que sólo
aspirar a tener más y más dinero.
María José Carrasco |
¿Cómo se descubren?, sencillamente por su interés en
privatizar todo lo público, empezando por la sanidad y con ello dar oportunidad
a la privada para que cobren los servicios de cuidados paliativos, que son muy
caros.
También no tolero que la iglesia se meta, de manera ideológica,
en estos asuntos y tenga la desvergüenza de clamar contra la eutanasia y pedir
que sufran como su Cristo, me
refiero al obispo de Alcalá de Henares: Juan
Antonio Reig Pla, que no ha dudado escribir en su carta pastoral “Que el Estado reconozca el
derecho a la eutanasia o al suicidio sería tanto como autorizar a los
ciudadanos que así lo quisieran a que libremente pudieran darse en
esclavitud y que otros pudieran comprarlos y venderlos. Nadie está legitimado a
atentar contra su propia dignidad, pues pertenece a Dios”.
Sin el más mínimo reparo sigue con su opinión “El dolor, sobre todo el de
los últimos momentos de la vida, asume un significado particular en el plan
salvífico de Dios; en efecto, es una participación en la pasión de Cristo y una
unión con el sacrificio redentor que Él ha ofrecido en obediencia a la voluntad
del Padre”… ¿qué sabe este tío del dolor?
En fin, la vida sigue y yo también, esperando continuar este
artículo en otra ocasión.
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