Las Notas del Quim - Opinión
Buen día, gente.
Un sábado como otro cualquiera si no fuera porque el Sol
sigue apretando lo que hace que no entren ganas de hacer nada, absolutamente
nada.
Si no fuera por el potente ventilador que tengo instalado en
mi despacho –soy enemigo público número 1 de los aparatos de aire
acondicionado- no me habría sentado ante el PC.
Ya sabéis que los PC’s
desprenden ondas de calor que hace sudar la gota gorda, aunque estén reforzados
con ventiladores internos extras, precisamente estos ventiladores son los
responsables de las ondas de calor que emiten hacia fuera y se concentran en el
cuerpo de uno que da la sensación de que está escribiendo este artículo dentro
de una sauna.
Me hago eco de la canción de José Manuel Mijares Morán, cambiando algunas cosas, adaptándola a
la situación actual de nuestra política, bueno, decir nuestra es una utopía…
«Fue mi culpa lo siento no,
debí pincharte tanto, Pablo,
de tu credulidad hice un cielo,
yo te puse un Ministerio y creí que en tus manos la vida me había dado todo,
fue mi culpa lo entiendo, espere demasiado,
conjugue mal los verbos.
Tan solo cuidabas del pueblo,
y yo a ciegas pensaba,
que cabía un nosotros velado.
Tu eres tan perfecto siempre ante
la luz,
no a todo le sonríes, que recibas lo que das,
es mi mayor deseo, para ti,
que encuentres a alguien tal y como tú,
que sin pedirte igualdad,
hoy soy punto aparte, y acepto que fui culpable,
el único culpable, fui yo quien perdí,
cuando no te elegí.
Las mentiras no avanzan,
la verdad las detiene,
llega el tiempo y nos cambia cada escena que toca vivir,
y al final cada uno tiene lo que se merece.»
Con esto creo haber dicho casi todo sobre la relación del
PSOE con Unidas Podemos y el trato dado por Pedro Sánchez Pérez-Castejón a Pablo
Manuel Iglesias Turrión.
Simplemente el líder socialista, al aceptar la candidatura
para la investidura a Presidente del Gobierno, se hace único responsable de
todo lo que ocurra en los debates y posterior votación.
No debe ni puede culpar a nadie, en absoluto, de su fracaso,
ni del posterior bloqueo político. Ahí le doy la razón, única razón, a Pablo Casado Blanco.
Siempre lo he dicho y lo vuelvo a decir: estamos en un país
donde la democracia, la auténtica democracia, es solo figurativa y siempre
estará en manos del Poder Económico y del Poder Judicial.
Los privilegios que el régimen franquista ofreció a quienes
adoraban al dictador, muchos de esos adoradores auténticos fariseos, siguen
vigentes en este país, siguen en manos de los herederos de aquellos truhanes
(no señores) que se aprovecharon de la mano alzada para enriquecerse a costa de
un pueblo sufrido, que ellos mismos los embutieron en la ignorancia supina para
seguir dominándolos.
No voy a seguir desgranando la realidad política y económica
del país, sería demasiada larga que daría para dos tomos como mínimo.
No voy a seguir haciéndole el juego a esa clase política que
se vende por dos churros.
En fin, la vida sigue y yo también, ya sin ganas de seguir
votando, aunque me ofrezcan el oro y el moro.
Las Lagunas, 27 de julio
de 2019
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