LAS NOTAS
DEL QUIM
Por Quim Sarria
Buen día, gente:
Vemos que la primavera se
adelanta y deja muchos récords por todo el país, sobretodo récords de altas
temperaturas en muchas ciudades y pueblos que el año pasado, por estas fechas,
estaban cubiertos de nieve. Todo lo contrario a lo que sucede en la ciudad
donde resido actualmente… todo el año con sol, cuando éste alumbra el norte
aquí deja un poco de frío.
He seguido con alta
atención los lances del juicio llamado del ‘procès’, recopilando preguntas y
respuestas, tanto a los imputados como a los testigos, y no me han sorprendido
absolutamente nada, sobre todo esos testigos de la fiscalía, todos del PP.
Lo de Soraya Sáez de
Santamaría es de cabaret barato. No dejó de sonreír dando una imagen de
prepotente y autosuficiente para que al final no aportara nada importante,
quitándose de encima cualquier responsabilidad en la actuación policial en
Catalunya.
Peor impresión me dio Mariano
Rajoy Brey, parecía un anciano afectado de Alzhéimer: llegó, dijo lo que le
pareció y no aclaró nada. Mariano Rajoy Brey en sí mismo, así es como el ex
presidente del Gobierno se dejó ver en su declaración como testigo del juicio
del ‘Procès’.
Gallego, como siempre, aportando poco material efectivo y echando
balones fuera. Casi se diría que pasaba por allí y se encontró con aquellos
catalanes rebotados.
Es decir, no aportó los
datos necesarios para aclarar si hubo o no rebelión, que es a lo que vamos.
Tampoco sabía nada sobre los dispositivos de las fuerzas de seguridad del
Estado, ni sobre los sucesos acaecidos porque es un tema, el operativo
policial, en el que ni siquiera entraba, dijo, cuando era ministro de Interior.
Todo su testimonio se basaba en artículos de prensa y noticias de la TV.
En definitiva, actuación de
vodevil cabaretero.
En cuanto al anterior
ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido Álvarez, su show iguala al de Mariano
Rajoy Brey y al de la ex vicepresidenta.
Ha defendido, el pasado
jueves, ante el Tribunal Supremo que los policías y guardias civiles enviados
en un principio como "auxilio" de la policía catalana actuaron de
forma "proporcional" durante el referéndum del 1-O, tras comprobarse
que en muchos centros de votación no se habían desplegado agentes
'antidisturbios' de los Mossos d'Esquadra.
Bueno, pero a continuación
se colocó a la defensiva y, al igual que sus dos jefes, comenzó a echar balones
fuera, quitándose toda la responsabilidad y dejando perplejos a los jueces y
abogados que aún no tiene claro quién fue el responsable de la actuación
policial el 1-O.
Del resto de testigos ya
escribiré otro día.
En cuanto a la conclusión,
a la que he llegado, queda plasmada en el encabezado de este artículo de
opinión y, aún más, es una perita en dulce para la defensa de los encausados,
que podrán sacar todo el jugo de esas declaraciones.
He de confesar que las
sesiones del juicio contra el ‘Procès’ me han dejado un dolor de cabeza
preocupante. Principalmente porque el juez Manuel Marchena Gómez está actuando de manera
desproporcionada y siempre apoyando a los testigos de la fiscalía y abroncando
a los de la defensa. ¿Eso es justicia?
Con todo eso, encima
tenemos que soportar en la precampaña electoral la diatriba de los tres líderes
de la derecha y ultraderecha, con sus mentiras, sus insultos… parece que para
ellos todo vale, excepto sus respectivos programas de actuación política. Aún
no sé qué harán por el país. Cuando escribo del país me refiero a todos los
ciudadanos españoles a excepción de los ultras, cuyos objetivos son tan claros
que me lavo la cara con ellos.
En fin, la vida sigue y yo
también, confiando en que la Justicia haga honor a su nombre y no condene por
falsos testimonios a unos políticos que expresaron sus ideas y trataron de
llevarlas a la práctica. La política se lucha con política y dentro de la
política, no llevando un día sí y otro también con denuncias judiciales que a
nada conduce y sí perjudica muy notablemente a la democracia.
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