Las Notas del Quim –
Opinión
Por Quim Sarria Lara
Buen día, gente.
Menudo cambio climático. Ya
no hace frío por estas latitudes y eso que la AEMET augura un fin de semana casi
veraniego.
Como es habitual en mis
artículos, algunos amargos, comienzo por la política nacional que, cada vez más,
se está convirtiendo en un esperpento barriobajero a juzgar por las directas e
indirectas que se intercambian los políticos en esta precampaña desvariada.
Pedro Sánchez Pérez-Castejón se está transformado en el Gary Cooper de la democracia, concretamente en el papel de la
película “Sólo ante el peligro”, por los ataques de los trillizos de
derechas.
El líder del PP, Pablo Casado Blanco, el de C’s, Alberto Rivera Díaz, el del partido
ultra, Santiago Abascal Conde,
sueltan día sí y día también toda clase de improperios y falsedades que ya
cansa.
El presidente se centró en los
líderes del PP y C’s, con quienes se midió en una sesión de control muy bronca,
propia del ambiente preelectoral.
La deriva de los dos partidos
que se dicen de centro-derecha hacia la ultraderecha, hace frotar las manos al
actual presidente del Gobierno, cuando esos dos partidos unido al ultra se oponen
a la política territorial del Gobierno y aprueban una resolución interna en la
que se comprometen a no pactar con el PSOE.
La respuesta del líder
socialista a Alberto Rivera Díaz es
para enmarcarla en un cuadro “Debe de tener un armario lleno de chaquetas”,
porque Rivera se pone la chaqueta de supuesto liberal y otro día se pone una chaqueta
que huele a naftalina de la ultraderecha.
Ante los ataques del muy
cabreado Pablo Casado Blanco, pese a
su dentífrica sonrisa, le respondió “Usted dibuja una España en la que solo cabe
usted y los que piensan como usted. En la España que queremos los socialistas
caben todos. Ojalá el 28 de abril salgan de la vida política la mentira y el
insulto, con usted derrotado en las urnas".
Muy crispado veo yo al líder
pepero y muy creído al líder de Ciudadanos, cuyo compañero fundador es un
sinvergüenza de tomo y lomo, me refiero al indeseable Arcadi Espada Enériz.
Otro tema, que presenta un
augurio siniestro, es que el político de extrema derecha, Santiago Abascal Conde líder del partido ultra, se ha dirigido a la
Sexta con estas palabras “Alimentáis a los que quieren romper la
soberanía”. La respuesta de Antonio
García Ferreras, presentador de “Al rojo vivo”, que no se ha quedado
callado, ha sido así “Lo que pasa en que nosotros vamos a ejercer
de periodistas sin consultarle a la extrema derecha”, buen zasca.
He escrito, en el párrafo
anterior, que se presenta un augurio siniestro porque considero, a ese partido
ultraderechista, un sucedáneo del único partido que existió cuando el régimen
franquista: el Movimiento Nacional y como tal es un peligro para las libertades
democráticas y los derechos humanos de nuestro país conseguidos, no todos, tras
largas luchas políticas.
Por si muchos de nuestros jóvenes
no tienen idea de lo que era el Movimiento Nacional, les aclaro que El
Movimiento Nacional o simplemente «Movimiento» es el nombre que recibió durante
el franquismo el mecanismo totalitario de inspiración fascista que pretendía
ser el único cauce de participación en la vida pública española. Respondía a un
concepto de sociedad corporativa en que únicamente debían expresarse las
llamadas entidades naturales: familia, municipio y sindicato (Llamado Sindicato
Vertical).
En septiembre de 1943, Francisco Franco Bahamonde dio órdenes
para que, en adelante, desde los medios oficiales de información se refiriesen
a la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional
Sindicalista (FET y de las JONS) como un "Movimiento" y no como un
partido, que perduró hasta la muerte del dictador.
Lo que muchos ignoran es que
el primer presidente de la democracia, Adolfo
Suárez González (1932-2014) era el Ministro Secretario General del
Movimiento, el segundo después de Francisco
Franco Bahamonde, lo que explica claramente que la actual Constitución
española es muy enrevesada y dispone de muchas cortapisas para una auténtica
democracia.
En fin, la vida sigue y yo
también, bastante cansado de la incomprensión de muchos ciudadanos.
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