jueves, 19 de julio de 2012

CÓNCLAVE Y OTROS TEMAS


LAS NOTAS DEL QUIM
Quim Sarriá

Hace ya un cierto tiempo que no escribo unas líneas en mis Notas, en parte por la desilusión que permanece flotando alrededor de mi cabeza y segundo porque llegó el momento de mi jubilación laboral con un palo ciego por parte de los responsables de gestionar mi pensión.

Aunque he dejado de escribir para El Pueblo de Ceuta, por varias razones, no he dejado de elucubrar sobre mis intenciones como respuesta a situaciones que conllevan el interés de soltar la opinión antes de que explote en el interior de mi cabeza.

Obvio es que mis células grises no han parado de gritar sus ganas de salir afuera, sus deseos de exponer a través del teclado o de la pluma lo que les está bullendo en sus circuitos. Ahora y hoy doy rienda suelta al desahogo de estas células grises, recibiendo a cambio un agradecimiento suave y cariñoso que me ha relajado por completo y ha enfriado un poco la ebullición del habitáculo de las mismas.

He pasado el día leyendo la prensa, desde la de mi amigo Miguel Ángel García-Sánchez (Opinion  Digital) hasta la más recóndita nota de prensa, como una de la oficina representativa del ayudante tercero del conserje del Palacio de Dueñas (es un decir).

Lo que me deja en suspenso, porque uno tiene sus conceptos predefinidos, es la repetición de una palabra cuando se trata de las reuniones del PP y las del Gobierno del país dominado por los PP’s: cónclave.

Según la definición del diccionario, cónclave pertenece  a las reuniones de la curia ¿no? y, nada más ni nada menos, que en la capilla Sixtina. Aunque por tercera definición se entiende por reuniones de gentes, a secas.

Esta connotación religiosa en la mención de las reuniones de la gente pepera me produce repelús. Creo que están llevando las cosas a un nivel espirituoso, que no espiritual. No son religiosos en el sentido literal de la palabra, aunque sí sean muy religiosos los domingos y fiestas de guardar.

Bueno, dejando atrás la palabra que no me hace gracia, nos meteremos en terrenos más personales, más íntimos (por decirlo de manera gratuita), en el que uno puede y debe exponer lo que se siente en determinados momentos.

Gracias a la gentileza de un buen amigo que me puso en alerta, pude enterarme de cierto escrito publicado en el Boletin de la Casa de Ceuta en Cádiz, que preside mi supuesto amigo Silverio de la Yesa, en el que me ponían a parir, o algo parecido, por un artículo que escribí como despedida de mi responsabilidad con el órgano de comunicación de la Casa de Ceuta en Barcelona, la revista Abyla, de la que fui editor y redactor un corto espacio de tiempo, truncado por mi jubilación y por otras causas.

Uno o algunos socios de la Casa de Ceuta en Cádiz, no firmaron con nombres ni apellidos, escribieron una “ACLARACIÓN A UNA DECLARACIÓN” en el Boletín de dicha asociación cultural correspondiente al mes de agosto de este año.

Me sorprendió bastante ese escrito. Primero porque al escribir ese título supuse que era una aclaración a alguna explicación confusa o errónea por parte de ese Boletín… ¡no!, fue un escrito medio burlesco, medio crítico contra mi persona. Lo de “ACLARACIÓN” no lo veo claro, porque nunca he visto, en mi vida, que alguien aclare o trate de aclarar lo enunciado por otra persona.

Siempre he tenido presente que los boletines informativos de las asociaciones están para informar de la misma asociación, de sus socios, contener artículos relacionados, con opiniones de sus socios y demás… pero nunca creí que se utilizaran para atacar a las personas como cualquier medio de comunicación política, ni mucho menos atacar a un socio de otra entidad de la misma clase asociativa.

Lo cierto es que ese escrito me ha hecho reír, un poco más de la cuenta que me hizo toser largo rato, por estar redactado siguiendo unas pautas conocidas en el mundo del antiguo régimen franquista.

Usar la descripción “… un tanto pomposo” para referirse al título de una columna, me parece una evocación a la pompa y jabón que solía darse en aquellos oscuros tiempos a los que sigue, o siguen, aferrado el autor del escrito de marras.

La consiguiente concatenación de frases me lleva a pensar si no me encontraría con un tío cuya cabeza la cubre un salacot, por cuanto decir que el título cuadraría más con una convención de colonias americanas con ansías de emancipación sólo puede ocurrírsele a quién odia, sin razones aparentes, la división del país en Comunidades autónomas… cuando este mismo señor, al que imagino con salacot, no tiene empacho en pedirle cosas (subvenciones entre otras) a la misma Comunidad autonómica que odia, aparentemente… mencionado que siendo ceutí, yo, extraño además, no dejo de ser español “por el hecho de haber nacido en otro CONTINENTE no deja por ello de haber llegado al mundo en ESPAÑA” (así en mayúsculas en el original).

Pero… ¿qué estará escribiendo ese señor, del salacot supongo yo? ¿Qué ‘aclaración’ estará haciendo a mi declaración ese tío?

No voy a continuar mencionando todos y cada uno de sus supuestos puyazos, que son de mantequilla, porque no pararía de reír y eso ya es algo que no aguantaría, sanitariamente escrito.

Lo que sí voy a escribir es ACLARARLE que no es un término lo que yo redacté en mi ‘pomposa’ “Declaración de principios”, es una conjunción de fácil comprensión lectora y no tiene nada que ver con lo que expresa en el Boletín de la Casa de Ceuta en Cádiz y que escribe textualmente: “por ello, no queremos pensar que el lamentable término se deba a una contaminación ideológica procedente del separatismo excluyente más execrable que por desgracia existe en ciertas regiones periféricas.”

¿Separatismo excluyente más execrable?¿Regiones periféricas?... ¡mira quién escribió!. Escribió ese artículo en el Boletin de la Casa de Ceuta en Cádiz un cabeza cuadrada con células grises rayadas por innumerables repeticiones o alguien que tiene los días contados para entrar en un psiquiátrico, incapaz de adaptarse a los tiempos modernos.

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