ESCRITOS DURANTE EL CAMINO (108)

Las Notas del Quim - Opinión

Quim Sarriá

¡Qué bien!, el magnífico tiempo que hace al levantarme a la misma hora que acudía al trabajo, palabra ya casi prehistórica en la crónica de mi existencia, me deja contento. Con ganas de comerme el mundo, con pan con tomate, por supuesto.

Al menos en mi casa reina un ambiente de paz, todos los demás miembros de la familia andan dormidos a pierna suelta, tranquilidad y buen rollo. ¿Buen rollo con quién?, conmigo mismo.

He salido a la gran terraza, la de la parte trasera, para aspirar el ambiente matutino cargado del aroma salobre que despide el Mediterráneo y que el ligero vientecillo transporta hasta mi nariz.

Los bosques que cubren los montes, con el Turó de l’Home (1.706m) hacia la derecha y más al fondo, que observo en el cercano horizonte, siguen luciendo su verdor y… de pronto siento que algo está mordiendo las tiras de mis sandalias.

"Diablo", conejito enano neerlandés

Es “Diablo” el conejo enano neerlandés miembro honorario de la familia, más negro que la capa que solía ponerse Drácula en sus salidas nocturnas, que me reclama su ración diaria de lechugas, zanahorias, escarolas y demás condumios de su particular bufet vegetariano. Salgo para ir a la cocina, donde tenemos la despensa de “Diablo”, que me sigue saltando con su peculiar estilo canguril venido a menos.

Ya en la cocina preparo también el condumio de “Paulo”, “Nemo”, “Priscilla” y “Jaimita”, los peces de agua dulce y fría, que moran en la gran pecera del comedor.

Todos estos bichos son miembros de mi familia, miembros honorarios por orden de mi hijo pequeño, que nos ha hecho prometer, muy seriamente, que no los condenaremos a la sartén.

Menos mal que me he mostrado férreamente serio ante las demás pretensiones del chaval para aumentar la familia. Se empeñaba en adquirir una tarántula, una serpiente, pitón por más señas, y una iguana. Quería convertir la vivienda en el sucedáneo de la selva caribeña después de su estancia en las tierras de su mamá.

Como si no tuviera bastante, además, con “Gatillo”, el gato persa más rubio que el teñido pelo de Shakira, que anda remoloneando, el gato, no la rubia, en un rincón de la terraza principal, la que da al sur, al Mediterráneo cercano.

Os preguntaréis el por qué de sacar a colación a la cantante colombiana, es que los movimientos de “Gatillo” son idénticos a los sinuosos y mareantes movimientos de la novia de Piqué. Todo lo contrario que éste último que, cuando corre con el balón, parece un poste de telégrafos, sí, el de los antiguos, de madera.

Despierto al PC con el simple hecho de pulsar un botón. En el apartado de e-mails encuentro 248 con noticias de prensa. Las iré leyendo mientras acabo el único cortado del día, esta vez acompañado por una magdalena que lleva el título “Magdalenas la Bella Easo”, propaganda gratuita, de nada.

La primera noticia que salta ante mis ojos, en la pantalla del monitor de leds (presunción mía), es la increíble acusación que hace la policía antidisturbios contra el periodista Juan Castromil.

¡Le acusan de tirar piedras!... como no sea que Castromil tenga los poderes de Supermán para arrancar adoquines, bastantes aferrados al pavimento de la calle de Ventura de Vega, me parece una acusación estúpida y malvada. A no ser que sea un pretexto para borrar las imágenes que ha estado tirando el fotógrafo de prensa durante la manifestación contra la subida de impuestos y los recortes. Estaríamos ante una puesta en escena de la temida censura.

Esta calle madrileña y sus alrededores tiene una abundancia de centros hosteleros de la que destaco, cuando voy a Madrid, “La Creazione” un restaurante italiano para suavizar el estómago cuando no entro en “La cabaña argentina” para llenarlo de bifés.

Por otro lado, me hace gracia la declaración del ministro de Exteriores, García-Margallo,  que acaba de decir que el BCE “… es un banco clandestino que no está haciendo nada por la deuda”. Pero… ¿es que quiere que el BCE financie gratuitamente la deuda de nuestro país? ¿No sabe que los banqueros que dirigen el BCE son lo más parecido a los capos de la Mafia, aunque sí sabe que es clandestino?

Pobre país en el que vivimos, donde los políticos que los dirigen no saben hacer otra cosa que pedir ayudas internacionales. Son de esa raza de los “que trabajen ellos”, evidentemente.

De todo el escándalo económico me quedo con esa mujer musulmana, residente en Ceuta, que cobra 4.000 euros por ayudar a llegar a la península a marroquís, sobre todo a mujeres marroquís. Con que sólo haga pasar a 100 ya tendría 400.000 euros en el bolsillo libres de impuestos y del IVA. Y encima las embarca en pateras, por lo que se convierte en crucero de lujo, por el precio, no por las condiciones.

Digo esto porque, si tanto me ahoga la crisis, me iría a mi ciudad natal y organizaría un ‘puente’ con el yate del editor del periódico en el que colaboré y cobraría 1.000 euros por pasaje, con descuentos del 20% para familias de más de cinco miembros. Más asequible, en mejores condiciones y más pronto me haría millonario. Hasta invitaría a whisky, contrabandeado en Gibraltar, al pasaje… sabiendo de antemano que me ahorraría bastante con solo una botella en el estante, dada la tendencia de los musulmanes de mirar al cielo cuando se les ofrece una bebida de ese y otros contenidos alcohólicos.

De momento me conformo con realizar maquetas de yates y, por cierto, con estas no puedo, ni siquiera, pasar una mosca verde de las que abundan en Marruecos.

Bueno, acabo esta sarta de disparates y me voy a continuar con la maqueta del galeón “San Juan Bautista”. Prometo que mañana colocaré una foto de la misma en el artículo que escribiré.

Aunque mañana sea domingo no iré a misa, nunca voy, a pesar de que todas las maquetas de galeones españoles tengan nombres sacrosantos.

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