Buen día, gente:
Esta meteorología me está
volviendo majareta, que no loco, con tantos cambios climáticos a cada hora que
pasa.
Negros nubarrones |
Comienza el día con un cielo
tan negro, me refiero a una hora después del amanecer, que presagia un mal día
para disfrutar de las fiestas de un pueblecito de la provincia malagueña,
concretamente en las estribaciones septentrionales de la Sierra de las Nieves y
que tiene un nombre algo poético, Ardales, muy románico pero de raíz claramente
mozárabe.
Decidimos suspender nuestra
asistencia a la típica matanza del cerdo en el mencionado pueblecito pero… no
abusaré de la libertad de expresión para plasmar exabruptos contra quienes
propagan a los cuatro vientos, a través de medios de comunicación tan
importantes como son las televisiones, las condiciones del tiempo que ‘reinarán’
al día siguiente y hasta con antelación de una semana.
¿A qué viene el anterior
párrafo?, pues a que pasadas dos horas, el cielo entra en una fase de
transparencia que nunca quiere el PP: Helios, en su plenitud, ilumina muy
luminosamente el día con tanta fuerza que hay que ponerse esas gafas tan negras
que usan los excursionistas del Ártico o del Antártico.
Las noticias del tiempo
auguraban fuertes lluvias en el país, sobretodo en la costa mediterránea sur.
Na de nanay, sol a raudales y eso basta para despojarlos de sus diplomas de
hombre o mujeres del tiempo. ¿Veis lo cabreado que estoy?, ya sé que no lo veis
pero lo notáis.
Títeres |
La libertad de expresión es un
derecho fundamental o un derecho humano, señalado en el artículo 19.º de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y las constituciones de
los sistemas democráticos, también lo señalan. De ella deriva la libertad de
imprenta también llamada libertad de prensa.
El derecho a la libertad de
expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas, y así
fue concebido durante la Ilustración. Para filósofos como Montesquieu, Voltaire
y Rousseau la posibilidad del disenso fomenta el avance de las artes y las
ciencias y la auténtica participación política.
Fue uno de los pilares de la
Guerra de Independencia de los Estados Unidos (Primera Enmienda) y la
Revolución francesa, hechos que revolvieron las cortes de los demás estados
occidentales, menos el de nuestro país y algunos otros, supongo.
El ejercicio del derecho de
libertad de pensamiento y de expresión no
puede estar sujeto a previa censura, sino a responsabilidades ulteriores,
las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para
asegurar, entre otras muchas:
a) El respeto a los derechos o
la reputación de los demás.
b) La protección de la
seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.
Por tanto, el escándalo levantado
por la actuación de unos tiritireros no puede, de ninguna de las maneras,
afectar a quienes programaron una serie de actividades porque, con solo conocer
los títulos de las obras o actuaciones que se harían, no es suficiente para
saber de antemano que sería contraproducente.
Federico Jorge Jiménez Losantos (65) |
Como la mayoría de los medios
de comunicación están en poder de los conservadores, la mayoría descendientes del
estamento que gobernaba durante una época bastante terrible para el país, una
simple actuación en la que habría unas decenas de espectadores es convertida en
lo que hoy es una palabra muy en uso: viral y con tremendas explosiones de
sapos y culebras centradas en un partido político de reciente creación y contra
quienes llevan las riendas de las instituciones y que son, de alguna manera,
ligadas a ese partido.
Pero cuando es uno de los que
están dentro de esos medios de comunicación, Federico Jorge Jiménez Losantos en este caso, y
su aparición en grandes medios de comunicación ante la vista de millones de
espectadores o lectores, todos son vítores y alabanzas. Me refiero a lo dicho
por este personaje: “si veo a los de Podemos y tuviera una pistola, les pegaría
un tiro”…
A los titiriteros los meten en
la cárcel por representar algo que supuestamente duele, pero no a los niños que
no saben tanto como Mariano Rajoy Brey o Jorge Fernández Díaz, y ante unos pocos espectadores. En
cambio al que hace apología del odio y del terrorismo, Federico Jorge Jiménez Losantos, tal
vez le den un premio de periodismo entregado, encima, por alguien extranjero de
la Curia Apostólica y Romana.
Iglesias, Sánchez y Rivera, en los Premios Goya |
Y a todo esto… el país sigue sin
presidente y acudiendo los aspirantes a gobernarnos a saraos más o menos
formales, incluso camuflándose de burgués algún que otro político y de
perroflauta otros.
En fin, la vida sigue y yo
también, aunque dudando si estamos en un país democrático o en un país de
índole parecida a la de Mobutu en su tiempo.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario