OPINIÓN
Buen día, gente:
La zona donde está mi
residencia es de locura: calor, al rato tremendo frío, vuelta al calor, cielo
completamente limpio, al rato, totalmente nublado y con lluvia, al momento
vuelta al sol…, en resumen: cansa bastante quitarse y ponerse la ropa de abrigo
a cada momento, sobre todo cuando uno pasea.
Hoy escribiremos sobre la
supuesta democracia de nuestro país, no se molesten si no escribo España porque
se sobreentiende, en la que unos quieren imponer, casi a la fuerza, sus tesis
políticas y fuerzan a los demás a que les apoyen.
Con la existencia de grupos
ajenos a la política directa, grupos que se autodenominan sindicatos, con sus increíbles
denuncias contra determinados partidos y/o políticos, no hace más que demostrar
que vivimos en un país donde predomina la gente intolerante, un país
reaccionario, un país donde no se tolera que uno diga la verdad porque duele.
Vemos así que el sindicato,
que he mencionado más arriba, es un arcón de viejos reaccionarios que denuncian
sin ton ni son, porque no ganan absolutamente nada con esas denuncias si no es
para su orgullo y soberbia únicamente, y que muchas veces reciben varapalos
como este que describo a continuación.
La Audiencia de Madrid acaba
de tumbar la querella de ese sindicato contra Podemos y tumba la base de su
campaña mediática contra el mismo que resulta ser una patraña por cuanto el
supuesto informe de la UDEF sobre Pablo Iglesias no existe, sólo es un encargo
del ministro de Interior para perjudicar a Podemos.
Encima están demostrando
realmente quiénes son: apoyan, ahora, una campaña para una alianza ultra con la
que crear la versión española del partido francés de Le Pen. O sea renovar la
FET y de las JONS dándole cara nueva.
Bueno, si queremos una
democracia limpia y real no podemos consentir que vayan imponiendo cosas que no
aceptamos, como la repetición de declaraciones
perjudiciales para personas y partidos, la supuesta mayoría de quienes están de
acuerdo sin que esa supuesta mayoría lo manifieste realmente, las falsas y
repetitivas acusaciones como las que hacen al cambiar las instancias judiciales,
aderezándolas con pinturas irreales y barnizando ligeramente los documentos que
presentan y que siempre son los mismos.
¿Cómo es posible que los
partidos, cuando están en el Gobierno, abusen de las instituciones con el único
objetivo de perjudicar a otros partidos y, presuntamente, quitarlos de en medio?
Los responsables del sindicato ultraderechista |
Escribo esto porque la
Secretaria de Estado de Interior, la cúpula de la Policía Nacional y el
sindicato ya mencionado hayan creado una cadena para volver a denunciar una
nueva versión de la investigación que llevaron, llevan y llevarán contra los de
Podemos y la Tuerka, ahora con la agregación de un informe fantasma conocido
como Pisa, que nada nuevo aporta.
En resumen, esta gente está
realizando lo que por añoranza no quieren olvidar: actuaciones y supuestas
investigaciones como las que llevaban, y tergiversaban obstinadamente, las
antiguas Brigadas contra vagos y maleantes del régimen franquista.
Si ese sindicato
autodenominado Manos limpias acusa repetidamente, sobre todo en materia
económica, a quienes no comulgan con sus ideas… ¿de dónde saca la financiación para
pagar las costas judiciales de los casos que han perdido y de los viajes y
estancias de su gente?, habrá que hacer una investigación real sobre el tema.
Pregunto por última vez: ¿Por
qué no se pueden asesorar a, por ejemplo, países como Irán o Venezuela y en
cambio ellos, los políticos de derechas, si asesoran y hacen negocios con los
mismos?
En fin, la vida sigue y yo
también, aprendiendo cada día más de lo que se cuece en este país, del que
repito que no se molesten si no escribo España porque se sobreentiende.
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